I
el comienzo
es interno
pulsa la sangre
en la yema de los dedos
algo traba la salida
puede ser que el mundo
haya comenzado así
el estallido de un hombre
dispersó la sangre
como un caos
II
la mirada
desparramó galaxias
ojos
de baba y sangre
el mundo
cayó bajo un eclipse
así
fue la primera noche
Daniel Perez - Puerto de los cangrejos.
Editorial Municipal de Rosario :e(m) r;
martes, 16 de septiembre de 2008
lunes, 8 de septiembre de 2008
domingo, 29 de junio de 2008
OPORTUNO POEMA DE DALTON
OH LIGARQUIA
Dedicado al núcleo de la clase interna lacayo-dominante,
que incluye una apreciación nada personal sobre lo que
le cabe esperar de su amo, a juzgar por los vientos que soplan.
Oh
ligarquía
ma
drasta
con marido asesino
vestida de piqué
como una buitra
acechaste en las ramas
del enredo de la Historia
ridícula como todo lo malo
hay que acabar contigo gorda
asna con garras
tigra de palo
cruel y más cruel y todavía odiando
te hacés cargo de la delicia del pollo
no de la horrible
retorcida de buche del traspatio
cenás con el abogado
pero solo dormís tranquila por el pobre cuilio
maje
chucha insepulta y emperifollada
Gran Arquitecta de las cárceles
y de la mayoría de enfermos que se quedan afuera del
Hospital
vieja matona de alma intestinal
una tacita de oro y de café y una pistola
un crucifijo de conchanácar y un garrote
oligarquía
bacinilla de plata del obispo y jefa del obispo
puñal de oro y veneno del Presidente
y mantenedora del Presidente
caja de gastos chichos de Míster Rockefeller
coyota del seños Embajador
rufiana de la patria
oligarquía hoy más que todo
náufraga que quiere undir al barco
depósito recargado de mierda del avión
imperial y amenaza tormenta.
Dedicado al núcleo de la clase interna lacayo-dominante,
que incluye una apreciación nada personal sobre lo que
le cabe esperar de su amo, a juzgar por los vientos que soplan.
Oh
ligarquía
ma
drasta
con marido asesino
vestida de piqué
como una buitra
acechaste en las ramas
del enredo de la Historia
ridícula como todo lo malo
hay que acabar contigo gorda
asna con garras
tigra de palo
cruel y más cruel y todavía odiando
te hacés cargo de la delicia del pollo
no de la horrible
retorcida de buche del traspatio
cenás con el abogado
pero solo dormís tranquila por el pobre cuilio
maje
chucha insepulta y emperifollada
Gran Arquitecta de las cárceles
y de la mayoría de enfermos que se quedan afuera del
Hospital
vieja matona de alma intestinal
una tacita de oro y de café y una pistola
un crucifijo de conchanácar y un garrote
oligarquía
bacinilla de plata del obispo y jefa del obispo
puñal de oro y veneno del Presidente
y mantenedora del Presidente
caja de gastos chichos de Míster Rockefeller
coyota del seños Embajador
rufiana de la patria
oligarquía hoy más que todo
náufraga que quiere undir al barco
depósito recargado de mierda del avión
imperial y amenaza tormenta.
domingo, 9 de diciembre de 2007
Lo que me dijo un anarquista adolescente
(Este proyecto no es original. Me fué comunicado por E. B., Obispo en sus ratos de ocio, quién a su vez lo recibió de labios del anarquista adolescente que menciono, de oficio retratista.)
No matéis a los curas, pueblos que despertáis y
caéis en la cuenta
de la estafa más grande que edad alguna oliera.
Por el contrario estimulad su cría,
cebadlos uno a uno con esmero acucioso.
Así podréis ir luego montados en curas gordos
al trabajo
- la gasolina siempre tiende a subir -,
dejarlos amarrados en la puerta del bar,
decir - oh desdeñoso ancestro que os
resurge -
Que el vuestro esta mas brioso que los otros
montrescos.
Los domingos llevaremos a los niños a las
carreras de curas
- único juego de azar que será permitido -
en las cuales brillarán los descendientes pur
sang de los obispos.
Habrá curas de tiro y carga, curas trotones,
curas sementales,
y tendrán los establos olor a santidad.
Los curas inservibles serán embalsamados
y vendidos como adorno de salón:
La tonsura podrá servir de cenicero.
ROQUE DALTON
No matéis a los curas, pueblos que despertáis y
caéis en la cuenta
de la estafa más grande que edad alguna oliera.
Por el contrario estimulad su cría,
cebadlos uno a uno con esmero acucioso.
Así podréis ir luego montados en curas gordos
al trabajo
- la gasolina siempre tiende a subir -,
dejarlos amarrados en la puerta del bar,
decir - oh desdeñoso ancestro que os
resurge -
Que el vuestro esta mas brioso que los otros
montrescos.
Los domingos llevaremos a los niños a las
carreras de curas
- único juego de azar que será permitido -
en las cuales brillarán los descendientes pur
sang de los obispos.
Habrá curas de tiro y carga, curas trotones,
curas sementales,
y tendrán los establos olor a santidad.
Los curas inservibles serán embalsamados
y vendidos como adorno de salón:
La tonsura podrá servir de cenicero.
ROQUE DALTON
sábado, 8 de septiembre de 2007
TABERNERO
Tabernero, que idiotizas
Con tus brebajes de fuego,
Sigue llenando mi copa
Con tu maldito veneno.
Hasta verme como loco
Revolcandome en el suelo.
Sigue llenando mi copa,
Buen amigo tabernero.
Cuando me veas borracho
Canturreando un tango obsceno
Entre blasfemias y risas,
Armar camorra a los ebrios,
No me arrojes a la calle,
Buen amigo tabernero.
Ten en cuenta que me embriago
Con tu maldito veneno.
Yo quiero matar el alma
Que idiotiza mi cerebro;
Muchos se embriagan con vino
Y otros se embriagan con besos,
Como no tengo ya amores
Y los que tuve murieron,
Placer encuentro en el vino
Que me brinda el tabernero.
Todos los que son borrachos
No es por el gusto de serlo,
Solo Dios conoce el alma
Que palpita en cada ebrio.
No "ves" mi copa vacía
¡Echa vino tabernero!,
Que tengo el alma contenta
Con tu maldito veneno.
Sigue llenando mi copa,
Ja, ja, ja, ja, ja!...
Que ya no tengo remedio.
Letra de Raúl Costa Oliveri y música de Cafre y Frontera
Extraído del "Albúm del tango" de Carlos Gardel.
Dedicado a dos grandes amigos de los taberneros;
WASERMANN y JULEN
Con tus brebajes de fuego,
Sigue llenando mi copa
Con tu maldito veneno.
Hasta verme como loco
Revolcandome en el suelo.
Sigue llenando mi copa,
Buen amigo tabernero.
Cuando me veas borracho
Canturreando un tango obsceno
Entre blasfemias y risas,
Armar camorra a los ebrios,
No me arrojes a la calle,
Buen amigo tabernero.
Ten en cuenta que me embriago
Con tu maldito veneno.
Yo quiero matar el alma
Que idiotiza mi cerebro;
Muchos se embriagan con vino
Y otros se embriagan con besos,
Como no tengo ya amores
Y los que tuve murieron,
Placer encuentro en el vino
Que me brinda el tabernero.
Todos los que son borrachos
No es por el gusto de serlo,
Solo Dios conoce el alma
Que palpita en cada ebrio.
No "ves" mi copa vacía
¡Echa vino tabernero!,
Que tengo el alma contenta
Con tu maldito veneno.
Sigue llenando mi copa,
Ja, ja, ja, ja, ja!...
Que ya no tengo remedio.
Letra de Raúl Costa Oliveri y música de Cafre y Frontera
Extraído del "Albúm del tango" de Carlos Gardel.
Dedicado a dos grandes amigos de los taberneros;
WASERMANN y JULEN
martes, 21 de agosto de 2007
lunes, 20 de agosto de 2007
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